Me encanta este sitio tanto por la situación como por la carta. No es muy extensa, pero hasta ahora ningún plato me ha decepcionado. Sin duda alguna, mi recomendación es pedir el Ramen seco.
El local es nuevo, muy bien decorado y con personalidad, además dispone de una enorme terraza en el centro de la Plaza de Vigo, soleada y peatonal.
Pero lo más importante es la comida: creativa y tremendamente original en su presentación y con sabores únicos, no creo que en toda la ciudad haya algo parecido.
Finalmente, la atención es muy cercana y desenfadada, sin dejar de ser profesionales y rápidos. Me ha encantado.
Local con carta de fusión galaicoasiática, acogedor y con buen ambiente
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